La responsabilidad ambiental se ha vuelto cada vez más presente en las estrategias corporativas, que además de garantizar una mayor satisfacción de los consumidores, asegura la prevención de sanciones que van desde multas hasta la suspensión de actividades.
Con la aprobación de nuevas Políticas para los residuos sólidos sólo cuando se hayan agotado todas las posibilidades de reutilización se deben disponer los residuos en rellenos sanitarios, por ejemplo.
Así, las acciones prácticas de sostenibilidad comenzaron a aplicarse a mayor escala dentro de las industrias generadoras de residuos, con el fin de que sus actividades sean menos impactantes en el medio ambiente y de acuerdo con las normativas vigentes.
La meta de reciclaje es un ejemplo de acción sostenible que se puede incorporar a las industrias en general y es capaz de generar beneficios como:
- Reducción de costos con la obtención de materias primas;
- Generación de ingresos por la venta de residuos;
- Ganar credibilidad ante la sociedad;
- Cumplimiento de la legislación ambiental;
- Productividad incrementada.
Para la implementación de una meta de reciclaje, primero se debe tener en cuenta si la meta estipulada se puede lograr en un período de tiempo determinado. Es importante estipular una meta que se pueda lograr para que el equipo involucrado no pierda la motivación.
Además, contar con herramientas que ayuden a gestionar lo que se genera y cómo se tratan los residuos en la empresa marca la diferencia para el éxito de los objetivos. miResiduo es una plataforma digital que controla la generación y la trazabilidad de residuos en las empresas y brinda reportes e indicadores que permiten monitorear datos importantes, tanto para la empresa como para los organismos ambientales.
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